Buenos días,
hoy como sábado que es toca truquillo.
Hasta que no puse en práctica esto que os voy a contar era cuestión de suerte que cuando desmoldaba mis bizcochos o tartas la mitad se quedara en el recipiente. ¡Simplemente suerte!... y por consiguiente a veces tomábamos la mitad de postre ( lo que había conseguido desmoldar bien, porque los collage de bizcocho... bufff no me gustan nada).
Desde que pongo en práctica esto, ya no me ocurre, son 5 pasos muy sencillos que os darán un resultado de 10
- Lo primero y fundamental es engrasar el molde, con una gotita de aceite, mantequilla, spray... lo que tengáis en casa y useis.
- Cuando saques el bizcocho ( o tarta) del horno ponlo en una rejilla, para que por la parte de abajo también se vaya enfriando por igual.
- Con un cuchillo de punta redonda ve poco a poco separando los bordes y sobre todo ten cuidado en no quemarte ( esta es la tecla, separar de las paredes cuando aún esta caliente)
- Tras 10 min cuando notes que el molde esta caliente pero no que quema, desmolda el bizcocho, así evitas que se siga haciendo y se reseque. ¿Como? metes el cuchillo por las pareces ( notaras que no cuesta porque las pareces ya están separadas) y vas haciendo presión y separando por la parte de la base ( que es la que normalmente se queda pegada) y poco a poco vas haciendo con toda la base, metes cuchillo, separas un poquito la base y tantas veces como haga falta hasta que notas que se ha soltado. Dejas el bizcocho que termine de enfriar en la rejilla y luego una vez frío ponlo unas horas en una bolsa de plástico para que se asiente
- En tartas bajitas, no pasa nada, apenas cuesta desmoldar, esto viene muy bien para tartas altas, que da mucha rabia que se te quede la mitad del bizcocho en la base pegado.
Esto es todo por hoy, espero que os venga bien y lo pongáis en práctica.
Feliz sábado
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